¡Algún día soñé!
Algún día soñé que algo me podría salvar.
Después diez gramos de dolor me consumieron
entre sus párpados, pestañeando un sinfín.
Luego, vino la calma, la oscuridad, letras
irresponsables que creí tontamente.
Quizás, vino esa luz que solamente un hilo
de miles de caracteres, de ideas, de sueños,
hacen que nos convirtamos en párrafos.
Ni el dolor hizo que el diablo se fuera de mi cuerpo.
Ni siquiera el viento me llevó tan lejos como un poema de Huerta.
El mar no tuvo el poderío que narran los viejos en sus historias.
Pero sí lo tuvo el amor, el que Italo narra de Cósimo hacia Viola.
Bovary se metió dentro de mí, como si fuera un espectro.
Por ello quise ser doctor -amante, también; quise vivir hace doscientos años.
Luego, el vicio de la botella que nos retorcía entre calmantes instantáneos
culminó en tristes y malditos recuerdos.
Tú transformándote en muerte al grito de un tic tac que se paraba a las
cinco de la tarde del día dieciséis de septiembre del (dos) (mil) (diez).
En mi cabeza, ese momento, es como un bucle perpetuo.
El recorrido de muchos pasos que no llegaron a nada.
Tus enseñanzas y tus pasiones, tus formas de ver el mundo y tu arte.
La música de Beethoven, de Mahler, de Debussy, de Listz, de tu cuerpo
moviéndose sobre el mío. Tener vida es tener algún tipo de música dentro de ti.
El respirar libre pensando en que eres pájaro y volar lejos, hacia un horizonte lleno
El respirar libre pensando en que eres pájaro y volar lejos, hacia un horizonte lleno
de mentiras, de horror, de desconfianza, de inseguridades.
Otro portazo que inhalé en un río entero de sueños, inyectándome otras tantas
pasiones, otros tantos amores, otras tantas cosas que no vi anteriormente.
¿Qué es el mundo? - siempre me pregunté.
El mundo no es tristeza -y aún así- me muero por esto. No me salvé de los sueños
del pasado, de tu cara viajando en el tiempo, mostrada como pequeños cuadros
yuxtapuestos. Quizá soy cine porque soy fluido entre montajes tanto
experimentales como académicos. Soy una decente o una pésima película.
Quizá soy un árbol -que puede ser otro cualquiera-, o un perro que camina lejos
a quién sabe dónde y quién sabe porqué.
Quizá soy un árbol -que puede ser otro cualquiera-, o un perro que camina lejos
a quién sabe dónde y quién sabe porqué.
Un día soñé que me salvé de vivir y que las horas no pasaban, que la vida
se congeló, que lo que dicen es verdad. Es mejor que recorra el discurso
eternamente en busca de unas alas que me den la capacidad de volar
a un lugar que desconozco, buscar lo inmaterial de tus gemidos que no
podré escuchar jamás, nuevamente, sin verdad.
a un lugar que desconozco, buscar lo inmaterial de tus gemidos que no
podré escuchar jamás, nuevamente, sin verdad.
Qué importa si ya no soy yo, si ya no soy nadie. Ya no me interesa vivir, no me
interesa morir, no me interesa escribir, no me interesa volar, no me interesa
recordarte, no me interesa amar, no me interesa nadar por miles de diferentes
mares para recorrieron nuestras caras en forma de pequeñas lágrimas.
Ya no me interesa la vida del ser humano. Quizá, como Dazai y, por fin, soy indigno.
No me interesa ya la vida en absoluto.
mares para recorrieron nuestras caras en forma de pequeñas lágrimas.
Ya no me interesa la vida del ser humano. Quizá, como Dazai y, por fin, soy indigno.
No me interesa ya la vida en absoluto.
¡Siempre fui indigno!
Por ello pido a las musas -las cuales me abandonaron hace tiempo- que
me envuelvan con su velo y que me carguen lejos de este horror que es vivir.
Que un mejor escrcitor -o un verdadero poeta- me haga letras
que se hilen en redes flexibles, traspasen todo lo material y lo inmaterial hasta
que me extinga entre la noche de la nostalgia.
Quiero que escriba poesía de mi ser, quiero dejar de ser y dejar de estar.
Que un mejor escrcitor -o un verdadero poeta- me haga letras
que se hilen en redes flexibles, traspasen todo lo material y lo inmaterial hasta
que me extinga entre la noche de la nostalgia.
Quiero que escriba poesía de mi ser, quiero dejar de ser y dejar de estar.
¡Solamente dejar este mundo de los seres humanos!
Algún día soñé que podría salvarme pero ese día nunca llegó.
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