La herida está abierta.
Siento un monstruo dentro, está en mi corazón,
No me deja dormir. Amo y dejo de amar, siento
Un vacío oscuro dentro de mí.
Tengo un monstruo dentro.
Uno que me vuelve extranjero de esta vida,
Que me incita a sentir otros labios y otra vida,
No la que construí. Una vida sin sentido, una
Cotidianidad aburrida expuesta a los poderes
De esta sociedad.
Me siento triste y solo, los amores que sentí
Me abandonaron entre mis botellas de vino
Y la cocaína que tanto amo. Mi cuerpo viejo sueña
Con amar nuevamente, quiero sentir como la primera
Vez. A veces extraño la vida pasada y la comparo
Con la actual. Todo lo que soñé no fue logrado.
Quizás sí fracasé. Eso me marca
El mundo constantemente. Me quiero morir.
Pero antes quiero amar, sentir, vivir otra vez,
Sentir al diablo y el deseo de sentir un cuerpo, de ti,
De tus nalgas y de tu semblante, de tus pechos
Pequeños. De tu piel imperfecta, de tus labios carnosos
De tu performance retraído. De ser lo que siento que
Eres.
Podremos quizás estar juntos, estar juntos, en nuestras
Personas, en nuestros cabellos repozando en la espalda
De ti, de mí. De nosotros, de un quizás. Pero todo es
Imposible porque vivo una vida que me recuerda a lo que
Fue, pero ya no es. Un sentimiento diferente al que me dio
Vida, el que fue mi motor. Lo que pudo haber sido y no fue.
Mi poesía brisa y lirios, agua celeste y sol, fuerza.
De la experiencia militar de la vida, “lo que no te mata,
Te hace más fuerte”. Estoy vivo, más vivo que nunca.
Ahora siento mi cuerpo, mis piernas fuertes, mi
Disciplina. ¿Qué me depara el futuro?
¿La revolución o la poesía? ¿No están acaso
Necesariamente unidas? Bríos de fuerza se asoman.
La herida está abierta.
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