La revolución.
La vida, el enojo después de sentirse destrozado,
La vida, luego la muerte. Un día entre la esperanza y
El amor. Luego el amor, tan duro, viejo en formas,
Dentro de roles sociales y convenciones.
Conservador.
El dolor, y la vida. Después de 5 años me siento un
Poco más listo para escribir, estoy fuerte. Entretenido
Entre mis épocas y los tiempos diferentes. Se siente
Otro lugar, otro tiempo, otra época. Es no sólo mi percepción
Subjetiva y mis dolores. Una caminata en las montañas y
Otra vez dolor, con trabajo. Quizás, soy poeta. Lo soy.
Porque escribo y adolezco. Una grieta en la pared.
Una grieta en mi cuerpo. Perdón por todo lo que hice.
No sé en qué momento me perdí tanto a mí mismo.
¿Hay otra oportunidad?
Me la merezco, quizás pueda ganar este juego. Una tormenta,
Un rayo indicando un don de Dios. Un barco, como si
Fuese Baudelaire. Pero soy yo. Mi dolor y mis tristezas.
Mi infierno que fueron ustedes, que soy yo, que es la cotidianidad
De la vida moderna. Pero hay algo más, un salto. Una posición
Fuera del príncipe infernal. Así como solía llamarme. Ese
Decadente poeta es reflejo de esa decadente poesía.
Poeta. Sí. Soy.
No como quisieran los demás, pero con recuerdos de un horizonte
Bello, unas montañas altas donde mis piernas fuertes soportaron la
tristeza.
Hoy me levanto, corro nuevamente. Intento nuevamente. Lo logré.
Soy. Y deje de ser. En un viento tenue atravesado por una nota
De una máquina, sueño. Siempre soñé. Que tú, que yo.
Una vez más la oscuridad, pero siento que estoy bien. El dolor
Se soporta, hay cosas más importantes. La revolución.
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