¡Y se acabó!

 Un día nos dimos nuestro último beso. No recuerdo,

Sin embargo, cuándo fue, cómo fue. ¿Aún nos amábamos?

Te extraño, todo lo que está en mí de ti, a veces, reluce en 

Mis recuerdos, similar al brillo de una piedra preciosa.

Cuando me conociste, quizás después, cuando sentí que

Te amaba. Quizás antes, cuando te besé por primera vez.

En algún momento tuve una espada de jade en mi pecho.

Recuerdo que me la regaló una persona. Me dijo: “es para ti,

La piedra te llama”. Y yo la regalé a ti, mi amor, quien me 

Llamó en el sonido del recuerdo de lo que vivimos juntos.


Sigues muy en mí. Quiero amar y sentir como antes, 

cuando no estabas tú. Veo cada día que no puedo fingir que no estuviste. 

Siempre una parte de mí te pertenece. Aquí sigues cuando me siento a comer,

Cuando voy de viaje. Siempre pienso en que te hubiera gustado x o y. 


Ahora viajo más, regresé a mis viejas andadas. A mentir y robar, a

Sentirme el diablo, que parece ahora, me vuelve a sonreír. ¿Soy

Una persona que no debería de escribir por el qué dirán?

No lo sé, últimamente veo que a los poetas los tratan de intentos de.

Pero, ¿cómo uno se hace poeta? Siempre pensé que sintiendo, muriendo,

Como decía Caicedo, apostando la ficha más alta: tu vida. Así ahora vivo,

Apuesto mi vida en cada paso, en cada opinión, en cada relación que

Establezco. Así no viví cuando estabas tú, pero, sí lo hice antes de ti.

Comienzo a recordar que me gustaba estar solo, que siempre me sentí

A gusto en la oscuridad de mis cipreses llenos de espinas. Ahí regué 

La sangre y lágrimas que desembocaron de mi dolor. 


Mi jardín está descuidado, entiéndase jardín como una analogía de mi

Cuerpo. Pero regándolo de pasión, de amor, de ejercicio lo siento

Cada día más, un poco más, un poquito más. Aún así, tengo una

Sensación de vacío eterna. Es el vacío que me dejó tu partida. Ahora

Mi cuerpo te busca, te sigue buscando todos los días. Pero mi mente

Está más tranquila sin ti. Ya no escribo en servilletas, ¿Recuerdas

Que te burlaste de eso? ¿Crees que todo lo que hacía al escribir era 

Por engancharme en un cuerpo o para dar un beso o para tener sexo?


Qué poco me conoces. Me parece increíble que hayas vivido conmigo.

Eres una insensible o, quizás, lo soy yo también. En verdad el escribir 

Fue para mí una sensación de libertad, a pesar de que ahora entienda 

Que no se sigue que pueda ser libre. Estoy atado en este lenguaje que me

Constituye y me ejerce con poca amplitud de agencia. Aún así, el escribir

Me enseñó a abstraerme de este mundo, a desperdigar mi dolor en hecatombes

Pérfidas hechas un cúmulo de sueños, ideas, acciones.


Pepe ya no existe más. Mirando al cielo despejado, casi combinándose con el

Mar, me preguntó si alguna vez existió. Aquella profusión de deseo, ramas y hojas, flores

Y espinas, bifurcaciones, tenis, golpes, esfuerzo, diminuta y sin fin, más bien, 

Pareció un bordado hecho sobre la nada, uno que se asemeja a éste que hice

En una página en blanco. Siempre atestado de nervios, inseguridades, deseos insatisfechos,

Miedo. Un hilo de tinta como corre en las páginas de mis recuerdos, atestado de borrones,

Tachaduras, remisiones, atestado de ti. Hay veces que me desgrano en gruesas

Piernas, lagunas, miradas. A ratos me espeso entre signos minúsculos, me atasco,

Me enrosco, corro y corro, me devano y envuelvo en voluntad con un último racimo

De ganas, insensato de palabras, de amor, de ideas, de sueños. Y se acabó.



Ya no estás tú. Tú recuerdo se desvanece, olvidé tu voz y tus maneras de ser.

No recuerdo nuestras pláticas o tu manera de caminar. No recuerdo el calor 

De tu mano, de un beso, de un te amo. El sabor de los panes que horneas. 

Me siento deshecho, es decir, una parte de mí siente que está muerta, viejo, sin

Poder lidiar sobre mi edad y mis fracasos. ¿Por qué sigues aquí? A veces tan 

Presente y, otras, tan ausente. Me pregunto si piensas en mí, si algunas de

Las veces que sonreíste a mi lado, aún siguen haciéndote sentir feliz. ¿Aún me

Quieres? ¿Aún lo que está muerto sigue vivo en ti?


No lo sé. Lloro. Pero no como cuando te fuiste. Ahora recuerdo que soy yo

Sin ti, buscando un destino que nunca supe de lo que se trató. Confiando

En mi voluntad, creyendo en mí. A pesar de lo que creas de mí, entré al infierno.

Una vez pasando el engaño de Satanás, me esperó una vida con potencial libertad.

¡Estoy vivo! Aunque sea una pequeña parte de mí, quiere seguir intentando. 


Te amo por siempre, sí, pero ya no estás aquí, ni en las paredes que nos vieron

Hacer el amor, que nos vieron pelearnos, llorar por nuestro virtual hijo. Te extraño,

sí. Pero estoy acostumbrado a estar sin ti, solo, en la oscuridad, donde me siento 

Mejor. 


Nuestro claro de luna mientras chupas mis pezones o yo los tuyos llegó a su final.

Nuestro amor, nuestra paciencia, nuestra tolerancia, nuestra violencia, tus agresiones,

Mis agresiones, nuestro amor, nuestra vida juntos, el cúmulo de cuadros

Yuxtapuestos de la agonía de mi dolor... y se acabó.

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