Adiós. Quizás, nos veremos nuevamente.

 El dolor se extingue con una fumada del bong,

Dinero malherido pero qué importa si soy el diablo.

Así como cuando me conociste, otra vez juego con 

Mi tridente infernal. Soy pérfido, buscando como

Condición de vida transgredir todos los valores

cristianos. A veces siento que lo logro, pero luego

Escondo mis heridas, las que me dejaron me siguen

Lastimando el corazón. Pensando en mis errores,

Pensando. A veces te recuerdo, es decir, la vida

Que ahora vivo no transcurre como cuando estabas

aquí. Ahora solamente “soy a veces”.


Hace poco me dispuse a regresar, pero, veo hoy que

Estoy equivocado: ¿A dónde se supone que tengo

Que regresar? Nunca tuve nada, sólo la pasión fulgurante

Dentro de mí que mi incitó a llegar aquí, a buscar conocer,

A buscar ser, a buscar “ser libre”. Quizás nunca te dije que

Nunca fui libre, que no conocí el mundo, que no sentí mucho.

Mis recuerdos son meramente películas, libros, golpes, correr,

Patear un balón, competir. No sé cómo un recuerdo salta a 

Una configuración que uno reproduce. Nunca amé porque

Siempre tuve miedo. Mi madre tuvo miedo de estar sola, 

De criarme sola, de ser madre soltera. Gracias a mi búsqueda

Ahora entiendo pobremente su experiencia. Me duele el alma

Porque ella quiso que fuera feliz a pesar de todo, pero, yo,

Yo nací destruido. Primero, porque no tuve padre. Luego, porque

Fui el hijo de la “criada” del lugar. Después, porque fui sietemecino.

Por besar a “otro niño”, por “estar enfermo”, loco y tener que ir al

Psiquiatra. Las personas siempre me agredieron debido a sus creencias.

Sin embargo, nunca dejé que nada me tocara, no una caricia o una palabra.

A los 14 juré que me “metalizaría”, haciendo referencia a que no sentiría más.



Soy un violento, agredí personas, odié muchas veces, fui el peor en acto y en

Simbolo, pero, a pesar de todo siempre quise vivir, conocer, disfrutar de mí.

De las cosas que me constituyen, delimitarlas, entenderlas, hacer crítica

En sentido fuerte de lo que soy. Robé, engañé, hice fraudes, mentí. Si

Existiese un Dios, sé que fallé, que soy un mal cristiano. Hace unos 

años me configuré a mí mismo como indigno. Siempre creí en Dazai. 

Aún hoy sigo pensando que es una buena posición de estar en el mundo.

Pero, por el otro lado todos mis sueños -que negué seguirme refiriendo así–

Siguen intactos. Aún quiero hacer la revolución, ser conocido por el aporte que

Hice a los seres humanos.


Hice siempre más que los demás porque nunca tuve nada, sin embargo, nunca

Logré algo que realmente me haga sentir orgulloso, nunca fue suficiente porque

Mi pasión, mi ambición, mi voluntad, fue más fuerte que toda peripecia que

Apareciera en mi camino. Ahora, estoy solo, desgastado por la vida, por la muerte.

Extrañando personas que no están, pensando nuevamente en regresar, pero, otra vez,

¿Regresar a dónde si nunca tuve un hogar o una familia –no como las que se supone

Existen? Quise formar una, pero fracasé. Por otro lado, eso me hizo darme cuenta

Que jamás voy a regresar. Me quedé como un personaje que escribí, un acto performativo

Que era mejor a mí. 


Siento la muerte cerca, tengo miedo de morir,

De ver morir a mi madre. Pensar en lo inevitable 

Me hace tratar de vencer. Sí, también quiero vencer

A la muerte. Aunque eso no implique vivir en el sentido

Más estricto. Sólo me quedan mis sentimientos, mi escritura,

Mis ganas de comerme al mundo las cuales siempre tuve,

Las cuales me empujaron a escribir o a amar. La música,

Las películas, las novelas, la investigación. Mi vida siempre fue

El estar para sentir. Nadie podrá decir que yo, el diablo, no

Era también, a la par de ser indigno, el más sensible. 


Quizás pueda vencer al miedo aventándome al vacío:

Mi salto de fe. Confiar en la misericordia, Dios proveerá.

Sin embargo, elijo aventarme, así como se suicidó Dazai. 

Me aventaré a un río que esté lleno de desgracias, abrazaré

A las minorías, dejaré de ser el sujeto que estoy constituido,

La vida que estoy viviendo. Mañana puede ser que muera, quizás

Pasado, quizás en 10 días. No tengo ningún tipo de certeza porque

No encuentro conexiones lógicas que me permitan seguir estando aquí.

Quizás, sí es gracias a Dios. Pero, entonces, no pediré perdón porque,

A pesar de ser un simple humano, un criado, un hombre, un proletario,

Un cyborg, quiero decirle al mundo que Dioniso ofrece una experiencia

Maravillosa. Quiero reír, amar pasionalmente, quiero que me toquen, que

Me amen, quiero tocar, besar, que me besen, como si esto fuera mera

dramaturgia. Al final, ¿realmente se atreve a dar el salto y decir que

La vida no es más que representación? 



¡Dios ha muerto!


No hay nada en mí, no hay nada. Sólo deseo. Quizás muerte.

No regresaré a ningún lado pero construiré un nuevo camino

Donde encontraré un hogar, una vida de aquellas pensé de niño

Valían la pena ser vividas. Por ahora me despido, el mundo no ofrece,

Nunca ofreció, la certeza de vivir determinado tiempo. Este podría 

Ser mi último escrito, mi último aliento o el beso apasionado de mí

Hacia la eternidad. 


Adiós. Quizás, nos veremos nuevamente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué significa perder?

Te recuerdo antes de que fueras un montón de sal

Mi débil belleza