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Mostrando entradas de diciembre, 2018

Indigno

A veces recuerdo lo que pasó, los días en los cuales soñé ser diferente. Entiendo la nostalgia pegada a mi piel. También, entiendo que soy una mala persona. Siempre quise ser bueno, así como todos ustedes, a quien admiro. Quizás es que soy un superficial, pues, después de todo, nadie es realmente bueno. A final de cuentas, ¿qué significa ser bueno o malo? ¿Qué es ser humano? ¿qué es ser indigno? Recuerdo la primera vez que me sentí indigno, ahora pienso que quizás Dazai no era tan sensible. No al menos con los demás. Así soy yo, sensible para mí mismo, para mis pensamientos, para mis tristezas, para mis recuerdos, soy sensible para mis tormentos o deseos. Y, nunca dejé desear. Deseo todo, a todos, deseo más que el resto y jamás, por más que quise, dejé de desear. Quizás por eso, hoy en día, hago lo que hago. Pienso lo que pienso. Veo las fotografías donde las demás personas tienen una cara sonriente que aparenta felicidad. Veo mis propios recuerdos, con una sonri...

Nunca jamás.

No sé qué hago esta noche, estoy viendo a la nada, recordando mis sentires y mis pensamientos. Parece que el tiempo no pasa y pasa a la vez, manteniendo un bucle constante que nos paraliza pero que, en otras ocasiones, nos hace movernos más rápido. Quizás es que, ahora, no solamente siento, además, puedo entender los momentos y las experiencias y los sentimientos. Me dicen que deje de sentir, de ser pasional y de querer madrearme al policía que me quiso cooptar y mandar y quién sabe qué más. Pero, no se trata acerca del policía o de los demás, sino que se trata de mí, o al menos eso me dijo. Siempre se me tachó de necio y de imprudente. Claramente lo soy y lo seré, pero no puedo morirme de otra manera sino es por medio de un acto de imprudencia, como cualquier humano. O, alguien, ¿osa decirme que morir no es imprudente?, más bien, la vida es imprudente, nacer es imprudente, amar es imprudente. Si pusiéramos las cosas que hacemos en nuestra vida en una balanza, ¿...